Alexiis y Sergio, 15 de julio de 2009
SERGIO: Yo estoy percibiendo una carcajada muy grave, muy grande, en mi mente, de alguien jocoso, de una risa muy franca, muy abierta, pero no logro percibir más que eso por ahora.
ALEXIIS: A mí me viene a la mente un nombre: Merlín, el mago.
SERGIO: A partir de lo que acaba de decir Alexiis, veo también una figura muy estereotipada de lo que podría ser un mago; ¿eres tú, Merlín?
¡Já, já, já, já, já…!
¿¡Tenía que llegar de esa manera, a través de una imagen tan clásica y tan aburrida de lo que puede ser un mago!?
Esperaba que por ahí pudieras comentar, Sergio, lo que estabas comenzando a ver recién.
Vamos a comenzar otra vez; vamos a comenzar a poner las cosas en un orden distinto, porque esto tiene demasiada gravedad y no es para que lo tomemos de esa manera. Así que un mago no es alguien serio, que está metido en su espacio de trabajo, en medio de luces y cosas raras. No, un mago es un ser iluminado en sí mismo; eso quiere decir ser un mago. Cada uno de ustedes que está escuchando o leyendo esto claramente puede llegar a serlo, y de hecho lo va a ser en algún momento de su evolución. Ser mago no es ser alguien raro, haciendo cosas que no tienen explicación. La magia existe, pero existe desde un lugar de conciencia. Por eso, vamos a empezar otra vez.
Para eso te pido, Sergio, que primero relates la imagen que yo te estoy presentando, porque es muy distinta a esa que tuve la-men-ta-ble-men-te que hacer, que presentarte, para que digas: “ah…, ¿será el mago Merlín?”
Y sí, me río. Pero no me río de ti, Sergio, ni tampoco de ti, Alexiis, sino de mí mismo. Porque cuando uno se ríe de sí mismo ha dado un gran paso en este proceso. Así que, Sergio, sin ninguna vuelta, comenzó a contar lo que estás viendo.
Sergio: Bueno, a ver: veo un hombre grande, totalmente desnudo, riéndose con mucha fuerza; echado hacia atrás sobre un sillón. La sensación es como de alguien libre, alguien que está disfrutando, de alguien muy liviano, a pesar de que la imagen que tengo es de un ser muy grande. Eso es lo que contaría que estoy viendo; no sé si me quieres mostrar alguna cosa más.
Sergio: MERLÍN: Bueno, en realidad eso era lo que yo quería que vieras, porque lo empezaste a ver, pero después dudaste y dijiste para ti mismo: “mmm… ¿será esto?, no puede ser”. Pero te vos a pedir, y se lo voy a pedir a todos ustedes, que cuando tengan en la mente esas imágenes que tienen que vienen de la imaginación, esa es la verdad, son la realidad.
Yo quería ver si pasabas la prueba, pero lamentablemente… no lo hiciste. Así que, para la próxima: más atención. Más precisión; es decir, dale más confianza a lo que estás recibiendo en tu imaginación, porque esa es la verdad. Es más, hay otros maestros que ya lo han dicho tantas veces. Ustedes, en su grupo, en ese grupo que se reúnen los sábados, también lo han estado charlando: LA IMAGINACIÓN. La imaginación es lo real. Lo que ustedes ven como real –yo lo voy a decir así, de forma más graciosa- esa es la ilusión, la famosa ilusión de la que siempre se habla.
Entonces, el ser real que soy es ese hombre, que está ahí, en ese sillón, muy dicharacheramente disfrutando de ser quién soy.
Bien. Merlín ahora va a tomar este otro lugar que es el del mago maestro, del mago que ha conducido a tantos de ustedes, y que todavía no lo recuerdan, pero que en algún momento recordarán haber estado en presencia conmigo, que yo los he acompañado. Es más, estoy disponible como cualquier otro Maestro; sólo falta que ustedes me convoquen, que ustedes me llamen, y entonces inmediatamente lo vamos a logar: esa unión… y ustedes se van a tener que dejar de… (Sergio se refrena y Merlín le ordena) ¡Decílo! ¡Se van a tener que dejar de joder con esas vueltas!: de que sí, de que no, de que puede ser; no es momento ya par eso. Así, que, ¡adelante! ¿Cómo se diría ustedes…? Hay un término para eso… sí, ése: ¡pónganse las pilas!, déjense de estar dudando si sí, si no… ¡ábranse, entréguense! al ser superior que ustedes son, y desde ahí comiencen directamente a manifestar lo que sienten que es. Nosotros vamos a estar –y seguimos estando- pero es ya tiempo, ¡muchachos!, es ya tiempo de que se dediquen en ustedes mismos a caminar su propio sendero, sin esperar a que le digamos adónde tienen que ir, qué tiene que hacer, porque no son marionetas. Son seres que están tomando conciencia y que en esa instancia van a poder caminar solos; ya estamos en eso, entonces, ¡¡vamos!! ¡Levántense! ¡Cálcense sus zapatos de seres divinos, su ropaje divino y anden en eso; sean el divino que son!
Creo que para esta lavada de cabeza general es suficiente por hoy. De todas maneras quiero que sepan que los amo profundamente, que todos los aquí presentes los amamos profundamente, y que más allá de este momento, sepan que estamos siempre con ustedes. Llámennos y ahí estamos para poder abrazarlos con nuestro luz, abrazarlos con nuestro amor y tengan confianza; solamente tengan confianza, confíen en ustedes.
Porque vienen momentos muy trascendentales para la conciencia individual de cada uno de ustedes y para la conciencia grupal del planeta y de este sistema solar y más allá. Pero esa conciencia que tienen que tomar, es la que los va a ayudar a pasar los difíciles tránsitos que vienen ahora. Porque hasta quien se cree más preparado, no tiene ni idea de cuánto le va a costar pasar por ahí. Pero solamente se va a poder hacer desde ese espacio donde se van adentro y confían en el ser que son, porque está todo dado, todo preparado para que así sea.
Bien, yo me voy a recostar en mi sillón y voy a dejar este espacio. Entonces, hasta la próxima vez, Yo Soy el MAGO MERLÍN.
http://alexiis-vozdelaluz.blospot.com
http://soy-naturaleza-viva.blogspot.com
http://www.esnips.com/web/mensajesdemaestros (mensaje en voz, .mp3)
SERGIO: Yo estoy percibiendo una carcajada muy grave, muy grande, en mi mente, de alguien jocoso, de una risa muy franca, muy abierta, pero no logro percibir más que eso por ahora.
ALEXIIS: A mí me viene a la mente un nombre: Merlín, el mago.
SERGIO: A partir de lo que acaba de decir Alexiis, veo también una figura muy estereotipada de lo que podría ser un mago; ¿eres tú, Merlín?
¡Já, já, já, já, já…!
¿¡Tenía que llegar de esa manera, a través de una imagen tan clásica y tan aburrida de lo que puede ser un mago!?
Esperaba que por ahí pudieras comentar, Sergio, lo que estabas comenzando a ver recién.
Vamos a comenzar otra vez; vamos a comenzar a poner las cosas en un orden distinto, porque esto tiene demasiada gravedad y no es para que lo tomemos de esa manera. Así que un mago no es alguien serio, que está metido en su espacio de trabajo, en medio de luces y cosas raras. No, un mago es un ser iluminado en sí mismo; eso quiere decir ser un mago. Cada uno de ustedes que está escuchando o leyendo esto claramente puede llegar a serlo, y de hecho lo va a ser en algún momento de su evolución. Ser mago no es ser alguien raro, haciendo cosas que no tienen explicación. La magia existe, pero existe desde un lugar de conciencia. Por eso, vamos a empezar otra vez.
Para eso te pido, Sergio, que primero relates la imagen que yo te estoy presentando, porque es muy distinta a esa que tuve la-men-ta-ble-men-te que hacer, que presentarte, para que digas: “ah…, ¿será el mago Merlín?”
Y sí, me río. Pero no me río de ti, Sergio, ni tampoco de ti, Alexiis, sino de mí mismo. Porque cuando uno se ríe de sí mismo ha dado un gran paso en este proceso. Así que, Sergio, sin ninguna vuelta, comenzó a contar lo que estás viendo.
Sergio: Bueno, a ver: veo un hombre grande, totalmente desnudo, riéndose con mucha fuerza; echado hacia atrás sobre un sillón. La sensación es como de alguien libre, alguien que está disfrutando, de alguien muy liviano, a pesar de que la imagen que tengo es de un ser muy grande. Eso es lo que contaría que estoy viendo; no sé si me quieres mostrar alguna cosa más.
Sergio: MERLÍN: Bueno, en realidad eso era lo que yo quería que vieras, porque lo empezaste a ver, pero después dudaste y dijiste para ti mismo: “mmm… ¿será esto?, no puede ser”. Pero te vos a pedir, y se lo voy a pedir a todos ustedes, que cuando tengan en la mente esas imágenes que tienen que vienen de la imaginación, esa es la verdad, son la realidad.
Yo quería ver si pasabas la prueba, pero lamentablemente… no lo hiciste. Así que, para la próxima: más atención. Más precisión; es decir, dale más confianza a lo que estás recibiendo en tu imaginación, porque esa es la verdad. Es más, hay otros maestros que ya lo han dicho tantas veces. Ustedes, en su grupo, en ese grupo que se reúnen los sábados, también lo han estado charlando: LA IMAGINACIÓN. La imaginación es lo real. Lo que ustedes ven como real –yo lo voy a decir así, de forma más graciosa- esa es la ilusión, la famosa ilusión de la que siempre se habla.
Entonces, el ser real que soy es ese hombre, que está ahí, en ese sillón, muy dicharacheramente disfrutando de ser quién soy.
Bien. Merlín ahora va a tomar este otro lugar que es el del mago maestro, del mago que ha conducido a tantos de ustedes, y que todavía no lo recuerdan, pero que en algún momento recordarán haber estado en presencia conmigo, que yo los he acompañado. Es más, estoy disponible como cualquier otro Maestro; sólo falta que ustedes me convoquen, que ustedes me llamen, y entonces inmediatamente lo vamos a logar: esa unión… y ustedes se van a tener que dejar de… (Sergio se refrena y Merlín le ordena) ¡Decílo! ¡Se van a tener que dejar de joder con esas vueltas!: de que sí, de que no, de que puede ser; no es momento ya par eso. Así, que, ¡adelante! ¿Cómo se diría ustedes…? Hay un término para eso… sí, ése: ¡pónganse las pilas!, déjense de estar dudando si sí, si no… ¡ábranse, entréguense! al ser superior que ustedes son, y desde ahí comiencen directamente a manifestar lo que sienten que es. Nosotros vamos a estar –y seguimos estando- pero es ya tiempo, ¡muchachos!, es ya tiempo de que se dediquen en ustedes mismos a caminar su propio sendero, sin esperar a que le digamos adónde tienen que ir, qué tiene que hacer, porque no son marionetas. Son seres que están tomando conciencia y que en esa instancia van a poder caminar solos; ya estamos en eso, entonces, ¡¡vamos!! ¡Levántense! ¡Cálcense sus zapatos de seres divinos, su ropaje divino y anden en eso; sean el divino que son!
Creo que para esta lavada de cabeza general es suficiente por hoy. De todas maneras quiero que sepan que los amo profundamente, que todos los aquí presentes los amamos profundamente, y que más allá de este momento, sepan que estamos siempre con ustedes. Llámennos y ahí estamos para poder abrazarlos con nuestro luz, abrazarlos con nuestro amor y tengan confianza; solamente tengan confianza, confíen en ustedes.
Porque vienen momentos muy trascendentales para la conciencia individual de cada uno de ustedes y para la conciencia grupal del planeta y de este sistema solar y más allá. Pero esa conciencia que tienen que tomar, es la que los va a ayudar a pasar los difíciles tránsitos que vienen ahora. Porque hasta quien se cree más preparado, no tiene ni idea de cuánto le va a costar pasar por ahí. Pero solamente se va a poder hacer desde ese espacio donde se van adentro y confían en el ser que son, porque está todo dado, todo preparado para que así sea.
Bien, yo me voy a recostar en mi sillón y voy a dejar este espacio. Entonces, hasta la próxima vez, Yo Soy el MAGO MERLÍN.
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