domingo, 12 de octubre de 2008

ARMENTHAL – EL NIÑO INTERIOR

Buenos días amados Maestros, son las cinco menos cinco de la madrugada. Tengo una ligera taquicardia pero en parte la atribuí a haberme despertado con un acceso de tos. No me quería levantar, estoy con sueño, pero repentinamente escucho algo que no es un timbre, pero algo parecido y bueno, aquí estoy si alguien tiene que transmitir un mensaje, como siempre esperándolo con amor. . . ¿Maestro Armenthal, eres tú?, hace mucho que no te comunicas conmigo. . .

Sí Alexiis, soy yo. Tienes razón, pero es lo mismo como todo el mundo dice, cuando no hay algo importante no nos comunicamos, porque tampoco tiene sentido llenar a la humanidad con mensajes que siempre son iguales, sin tener noticias importantes, pero hoy he decidido venir nuevamente para pedir a los humanos que tomen conciencia de nuestra presencia.
Tomen conciencia que los duendes existimos, todo lo que ustedes llaman la ‘Gente Menuda’ existe, todos los reinos existen, sean los duendes, las hadas, los gnomos, las sílfides, todo eso existe y es real y estamos en cierta forma relacionados con los humanos. Quisiéramos estarlo mucho más, quisiéramos que la mayoría nos conozca y nos acepte, que sepa de nuestras vidas, que sepan cuales son nuestras misiones, cuales son nuestras actividades.
Quisiéramos que la humanidad sepa y reconozca la convivencia de los distintos reinos que habitan en la Madre Tierra, en nuestra amada Gaia, porque nosotros estamos muy conscientes que para ayudarle a la Madre Tierra a recuperar su salud, su estructura y prepararse para la tan ansiada ascensión necesitamos el trabajo conjunto con todos. Nosotros solos, sin humanidad, no lo podemos hacer, pero tampoco la humanidad sin nuestra ayuda lo puede lograr.
Por eso, entonces sería importante que tomen conciencia de nuestra existencia. Estudien un poco, fíjense, contáctenos, vean como vivimos, vean cuales son nuestras actividades, como son todos nuestros sistemas de vida.
Hace eones existimos lado a lado y sin embargo son tan pocos los que nos conocen, tan pocos los que se dan cuenta o aceptan nuestra existencia.
Sé perfectamente que a raíz de los constantes mensajes que vamos dando a través de seres humanos que se pueden conectar con nosotros, como en este caso Alexiis, se está incrementando la percepción, pero tiene que ser mucho mayor. Ustedes tienen que darse cuenta que estamos constantemente ahí.
A veces estamos en sus propios hogares, pero en la Madre Naturaleza siempre nos pueden encontrar. Siempre estamos atentos, estamos atentos en cómo podemos interactuar con ustedes, estamos atentos a cómo podemos compartir nuestro enorme amor que sentimos hacia todo lo que tiene que ver con la naturaleza, con los otros reinos y también, sí, con el reino humano.
Saben, cuando son chicos ustedes, cuando – digamos – todavía no se han encajonado en sus cajas, en sus compartimentos, los chicos de ustedes están mucho más libres, están mucho más abiertos, muchos nos pueden ver, muchos nos pueden percibir. Podemos jugar juntos, podemos reír juntos, podemos disfrutar juntos, pero después cuando crecen creen que todo eso son fantasías y lo descartan. No, no somos fantasía, somos reales, somos tan reales como ustedes. Que tengamos otra forma, otro sistema de vida, sí, de eso no hay duda pero tenemos que llegar a que nos conozcan a que nos perciban y que podamos intercambiar el amor que sentimos.
Es por eso que hoy me presenté, es por eso, para volver a llamar su atención. Permitan que el Niño Interior que cada uno de ustedes tiene, se manifieste más, porque ese Niño Interior es capaz de percibirnos, es capaz de vernos, de interactuar con nosotros.
Así que ustedes, los adultos, dejen salir su Niño Interior, déjenlo salir y que juegue con la vida, que juegue con el aire, con todo lo que le rodea y que ame. Déjenlo jugar.
Les mando mi enorme amor, yo soy ARMENTHAL, el Anciano de los Duendes.

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